Prosa de Alejandro A., paciente y alumno del Taller de Lecto escritura
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Cuando un amigo se va...
Recordando a Alberto G.
Te vas…Por si vuelves
Dedicado a Alberto G. “El Popo”
No teníamos un perro, ni siquiera necesidad de gritar, ya que podíamos estar perdidos encontrados en el mismo lugar que no era tan grande ni lo es.
Tenemos un parque donde un pino San Martín se acuna con el viento, silba, musita, susurra a veces bienvenidas o hasta prontos, o ¿quién sabe?
El árbol acurruca a las aves, las aves a nosotros con sus trinares loor y todos nos adormecemos o nos maravillamos, mientras que en la casa antigua, un amigo, Alberto o para otros Popó, se va.
Sopla un viento noroeste, él va al Sur con su familia, sus seres queridos que lo quieren tanto como se lo quiere aquí en esta antigua casa, que es grande en amor, solidaridad, tacto y trato humano, donde todos somos uno con el mismo fin de avanzar superándonos ¡Ojalá su felicidad aumente por cada kilómetro que se aleje! ¡Dios quiera que pienses que si la tristeza te toma en su curvatura, recuerdes que aquí existen cien manos para comprenderte y consolarte con las palabras o el silencio justo de cada amigo/a, para que retomes el caminar de otra nueva chance, para que te hagas fuerte, valiente y con entereza!.Te vas, pero por si vuelves…es seguro que volveremos a cantar algunas canciones que nos agradaban en ésta “Mother House”.
Por ahora, por las dudas todas, me despido.
¡Te veré en otro tiempo, te veré un día, te veré mañana, te veré al morirme, te veré más tarde!
Aquí nos quedamos con tus recuerdos interminables y los juegos donde abraza la amistad.
Alejandro A.
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