Ya ves que no soy un pesimista, ni un desencantado, ni un vencido, ni un amargado por derrota ninguna.A mi no me ha derrotado nadie, y aunque así hubiera sido, la derrota solo habría conseguido hacerme más fuerte, más optimista, más idealista, porque los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se deseperan y reniegan de sí mismos, de su patria, y de su Dios si lo tienen , cada vez que les sale mal algún cálculo financiero de la matemática de su egoismo.¡Trabajo va a tener el enemigo para desalojarme a mí del campo de batalla! El territorio de mi estrategia es infinito y pued fatigar,desconcertar desparramar y aniquilar al adversario, obligándolo a recorrer distancias inmensurables, a combatir sin aliento, ni beber, vida eterna y cuando se acabe la tierra a cabalgar por los aires sobre corceles con alas.Si quiere perseguirme por los caminos de la imaginación y del ensueño y si después el enemigo no puede renovar su gente por la fuerza o por el interés o porque no resisten mucho tiempo, entonces o se queda solo o se pasa al amor.
Y esa sería mi conquista, verlo rendido con sus armas y bagajes ante mi ejército invisible e invencible.
Alejandro G
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