La “Popu” del Rojo.
Entran con los trapos y los cuelgan en cualquier lugar
que encuentren, hoy todo les pertenece.
Los bombos y trompetas empiezan a entonar lo que será un
rugir más tarde.
Alguno que otro empieza a sacar un ronquido de su garganta
sin importar si se desafina, entonando algo que trae adentro
guardado desde hace ya una semana.
Los trapos ya van encontrando posición, y se está tiñendo todo
de rojo, de rojo corazón, los gritos ya se empiezan a unir en
uno solo, los bombos y las trompetas los acompañan, la “popu” ya
está casi que explota y el rugir de la hinchada parece que sale
del mismísimo diablo.
Es un sentimiento inexplicable, sólo ellos lo conocen, desde el
para avalancha salen las letras y la “popu” ruge, y ya no hay
nada que lo pare.
Las bengalas hacen atardecer la noche, con un fuerte color
rojo, bien rojo, como el de su corazón, valga la redundancia,
como un atardecer.
La banda entre bombos, trompetas y gritos desatan la locura,
los trapos que tiñen la tribuna de rojo, la convierten en una
marea granate.
Y si, es la “popu” del rojo, la que solamente nosotros podemos
sentirlos porque tenemos ese privilegio, somos los que la tele no
ve, sólo nosotros lo sentimos, lo vivimos y nos emocionamos
con cada grito salido del alma , del corazón y de los pulmones
llenos de aire que en dos horas no se vacían, porque están
llenos de cantos de poesía popular, contagiado de cada
persona que te rodea, que en ese momento es como vos, que
siente lo mismo que vos, siente que el corazón le va a estallar.
Y bueno, eso es lo que veo de mi amado rojo, de lo que
desata la “popu”, la pasión que mueve, yo lo resumí
como pude, pero es algo inexplicable, hay que estar ahí
para sentirlo. Yo lo pude sentir y mi corazón casi explotó.
Carlos S.
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